Fernando Gracia Ortuño

Noticias, eventos y curiosidades en torno a la novela de Fernando Gracia Ortuño

domingo, 21 de abril de 2019

Los principios y los valores en la novela negra


                                                 Booktrailer de Un detective en la cocina

El dilema entre la presencia o inexistencia de principios y valores en la novela negra es algo inextricable cuando hablamos de la trama y de personajes. Aparte del protagonista, y con salvedades, en la novela negra casi todos los personajes son oscuros e incluso perversos. Muy pocos en ella tienen lo que se dice principios y valores. La ética no existe, la moral tampoco en los ambientes del crimen y el hampa. La novela negra ambientada en lo social nos viene a confirmar que el mal existe, está ahí fuera, por mucho que nos queramos tapar los ojos y ocultarlo en nuestra cotidianidad. Hay gente al margen de nosotros que lo vive y lo sufren, esto es algo que el protagonista nos quiere dejar bien claro. Y es precisamente éste personaje del héroe o detective protagonista, el que viene en cierto modo a corroborarlo con su acción y sus motivaciones. Con su actuación en la novela. Es una especie de Quijote moderno armado con los instrumentos de la ley y el orden que busca descubrir esa verdad que tanto se trata de ocultar. Muchos no estarán de acuerdo con esta afirmación, lo sé... E incluso más de uno se reirá ante esta comparación del detective moderno con un quijote, puesto que los personajes protagonistas de un Chandler, un Hammett o un Ross Macdonald, según ellos, nada tiene que ver con el loco de la Mancha. 
    Sin embargo, si preguntáramos, por ejemplo, a los personajes de mi novela, ninguno sabría establecer la diferencia entre principios y valores. Es más, no sabrían en realidad contestar. Sólo emitirían una necedad por toda respuesta. La necedad que su propia naturaleza determina y que le da un lugar y los ensarta en la trama. ¿Cómo podrían saberlo, en efecto, si ellos mismos, como personajes que actúan por impulsos individuales, como sujetos arrastrados por las circunstancias ciegas, no saben siquiera lo que son?

Fernando Gracia Ortuño
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miércoles, 17 de abril de 2019

La trama secundaria de la novela negra

                                                                        Booktrailer
Como también dice Luis Tamsley en Escuela de Novela Negra, la trama secundaria lleva el tema de la novela, un concepto universal con el cual podrá identificarse el lector. Normalmente reflejan una crisis, algún dilema moral o la integridad del personaje protagonista, del detective, por ejemplo. Es el caso, por ejemplo, del típico detective de película norteamericana que está tan metido en el caso que descuida a la familia, y esto le hace pelearse con su mujer. La trama secundaria podría ser una historia paralela de su vida de pareja, sus conflictos, sus dificultades y sus logros. También se dan casos en que representa el descanso o disyuntiva del guerrero, ese remanso de paz anhelado en contraposición con el infierno a vida o muerte que está viviendo en ese momento el protagonista, y del que desea salir a toda costa, pero no sin antes haber resuelto el caso, como vemos en la magnífica película de suspense 8 milímetros, con el mejor Nicolas Cage.
    En el caso de Un detective en la cocina, la trama secundaria estribaría en todo aquello que no está en el oscuro y peligroso ambiente de la novela, y que representa los aspectos mejores de fuera, como la amistad, el compañerismo, la vida familiar, y sobre todo la relación con la madre y con el único compañero del que el protagonista logra alguna clase de apoyo. Es decir, todo lo que no chapotea en la sucia corrupción y la sordidez del lugar de la acción, y que se usa en este caso en la trama secundaria, como contrapunto ideal o valor supremo, digno paradigma moral, tal vez a alcanzar en un mundo totalmente exento de conceptos siquiera lejanamente parecidos.


Fernando Gracia Ortuño
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martes, 16 de abril de 2019

Las tres muertes de la novela negra en "Un detective en la cocina".

https://youtu.be/caFkhmiFURA
Luis Tamsley habla, en su Escuela de Novela Negra, de las tres muertes que normalmente se dan en la novela criminal: La muerte física, la muerte profesional y la muerte psicológica. Dice que siempre es conveniente usar en tu novela negra alguna de las tres, como mínimo dos. 

  Pensando en ello un rato, me doy cuenta de pronto que en "Un detective en la cocina", curiosamente, uso las tres. El protagonista, Curro, en efecto, lucha, en primer lugar, por no perder la vida en el antro adonde ha ido a parar, puesto que ha descubierto algo que está ocurriendo en esa cocina maldita. Algo muy gordo que le va a traer, le está trayendo ya, problemas. También a nivel profesional, la muerte profesional del  trabajo eventual donde tiene que luchar para hacerse un puesto allí, entre tanto farsante y maleante, tiene su cabida. Y finalmente, la muerte psicológica, representada aquí en una frase del protagonista, cuando dice que todo lo obligado de aquella manera representa la muerte psicológica: "Por algo será que lo llaman matadero al propio puesto de trabajo, todos los trabajos obligados son un matadero como éste, de alguna manera algo se muere necesariamente cada día".

   Vemos por tanto, casi por casualidad, que en "Un detective en la cocina" se dan los tres tipos de muerte que recomienda Luis Tamsley.


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Fernando Gracia Ortuño. 


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